Fábulas, historias, cuentos, o relatos eróticos, como guste denominar…
Pero antes unos textos del miembro de la Real Academia Española (RAE) Francisco Rodríguez Adrados, que defendió la función histórica del cuento y la fábula eróticos como ‘descanso de la institución del matrimonio, necesaria pero que se sabe agobiante’.
