Presentación de nuestra colaboradora M. A. Manras
Mi sexualidad: fuimos una generación que veníamos de una represión moral, en la que tu cuerpo era un pecado. Solo existía de cintura para arriba, de cintura para abajo todo era tabú.
Yo siempre me considere una niña muy especial, digo especial, porque desde una edad muy temprana, descubrí mi libido.
Aun recuerdo la primera vez que hable de esto con mis amigas adolescentes me miraban como si yo fuera de otro planeta alguna llego a decirme que iba a ir al infierno porque la masturbación era pecado. Pero yo sabía que algo tan maravilloso como es el sentir de un orgasmo no podía ser pecado una experiencia tan divina solo podía ser creada por Dios.