“El masaje es el estudio de la anatomía en braille.”

Jack Meagher

El masaje es quizá la mejor y más sencilla forma de relajación y establece una profunda comunicación entre los cuerpos de las personas. Responde a la necesidad más básica de las relaciones interpersonales, el intercambio de afecto.

Para este tipo de masaje el ambiente debe ser relajante y distendido, con iluminación suave, temperatura cálida y sonido ambiental sin estridencias. Ambos participantes deben estar totalmente desnudos y haber establecido una unión sentimental, aunque no sea imprescindible que lo consideren amor.

El comienzo es suave y aumenta progresivamente en intensidad, presión y frecuencia. Puede aplicarse con las manos, los dedos, los labios o incluso con todo el cuerpo, y es imprescindible que se disponga de suficiente tiempo para permitir un acercamiento relajado y sin presiones.

Este tipo de masaje debe establecer un equilibrio entre los dos lados del cuerpo, evitando que la estimulación de uno de ellos deje al otro a la espera de su parte. De lo contrario, el cerebro recibe una señal diferente de las dos mitades del cuerpo.

El petting

El término petting define la práctica sexual que persigue la estimulación sexual sin coito. De esta forma se practican diferentes técnicas como los besos, la mutua masturbación, las caricias, el sexo oral, etc. excepto la introducción del pene en la vagina.

La mayor difusión del petting vino en los años setenta como consecuencia de los estudios que Masters y Johnson desarrollaron sobre la aplicación de esta técnica en disfunciones sexuales como la anorgasmia, el vaginismo y la frigidez. En la actualidad ha cobrado un nuevo auge como prevención del SIDA y otras enfermedades venéreas.

La mujer no requiere una estimulación sexual tan directa y centrada en los órganos genitales, la extensión de sus zonas erógenas es mayor y su imaginación es más amplia, por lo que este tipo de técnicas le resultan muy agradables.

En cambio, el hombre en general, tiene menos paciencia y una urgencia pélvica que le predispone menos a relaciones sin penetración.En cualquier caso, este tipo de relaciones no deben ser aceptadas siempre como aconsejables.

El petting debe interpretarse como una forma más de placer, sin suponer una negación de las ventajas del coito ni un escape para evitar afrontar las represiones y los miedos ante la pérdida de la virginidad o la penetración.


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