Tomar precauciones

La toma de precauciones disminuyen el riesgo de adquisición de enfermedades de transmisión sexual, a la hora de mantener relaciones

El sexo seguro, además de abogar por el disfrute, hace hincapié en evitar el intercambio de fluidos corporales con la otra persona, como la sangre o el semen, que pueden transmitir el virus del sida y otras enfermedades. Y es que no existen “signos externos” que nos hagan saber si una persona está o no infectada por ésta o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual. De hecho, existen personas portadoras que desconocen su enfermedad. Según estás circunstancias, la protección y práctica de un sexo seguro, nunca está de más.

Medidas para un sexo seguro

A pesar de que muchos hablan de abstinencia como el mejor método para asegurar un sexo seguro, ésta no se puede tener en cuenta, porque lejos de considerarse práctica sexual, la abstinencia se basa en evitar dicho ejercicio.

Una de las medidas básicas, sin embargo, es la de conocer a la pareja. A pesar de que para algunos puede resultar obvio, mucha gente inicia una actividad sexual sin haber pre-establecido una relación de confianza y comunicación abierta. Antes de comenzar una relación sexual con un nuevo compañero o compañera, se considera prudente resguardarse de las Enfermedades de Transmisión Sexual, especialmente VIH y hepatitis B, y el mejor método para hacerlo es a través del uso de preservativos.

Preservativos

Está demostrado que el más tradicional de los medios anticonceptivos, ya sea femenino o masculino, impide la transmisión del virus del Sida y otras ETS. Aunque no es efectivo en el 100 % de los casos, el preservativo, utilizado correctamente, es la mejor protección frente al contagio. Para esto hay que cumplir ciertas medidas:

  • Comprar preservativos de buena calidad y conservarlos en buen estado.
  • Utilizarlo durante toda la relación y sujetarlo por la base para retirarlo, antes de que termine la erección.
  • Al acabar, tirarlo a la basura.
  • Cambiar el preservativo en cada relación, aunque no haya habido penetración.

Espermicidas

Se ha descubierto que el principio activo de la mayoría de los espermicidas, el Nonoxinol-9, destruye el virus del Sida. Por ello, otra posible medida para evitar el contagio es utilizar algún espermicida con Nonoxinol-9 como complemento ante la posibilidad de rotura del preservativo.

Guantes y dediles de goma o látex desechables

El virus del Sida no se transmite a través de la piel, pero si se tienen cortes, arañazos o padrastros en la manos, los guantes de goma finos como los de cirugía o los dediles de goma, puedan evitar el contagio con el VIH durante los contactos genitales con la mano.

Estado físico y psíquico

Permanecer sobrio es también muy importante porque el uso de alcohol o drogas disminuye la capacidad de comunicación y coordinación requeridas para utilizar barreras pertinentes. Además, el estado de euforia que a menudo generan estas sustancias hace que una persona se arriesgue a hacer determinadas cosas que habitualmente no haría, como por ejemplo tener relaciones sexuales sin tomar precauciones.

Los anti-métodos

Las píldoras anticonceptivas y el diafragma son buenos métodos anticonceptivos, pero no ofrecen ninguna protección contra el Sida. Otras técnicas, como la “marcha atrás” o la “ducha vaginal” son también inútiles a la hora de evitar el contagio de una enfermedad de transmisión sexual. En el primer caso, el hombre expulsa, antes de eyacular, una gotas de líquido seminal que pueden contener, además de espermatozoides, el virus del Sida. Y la “ducha vaginal”, de hecho, puede introducir con más fuerza el semen o cualquier germen hacia el cuello del útero.

Las enfermedades de transmisión sexual son, en definitiva, difíciles de combatir. Los expertos aconsejan tomar todas las precauciones y barreras que estén a nuestro alcance, pero sin que éstas se transformen en una obsesión y repercutan en el desarrollo equilibrado de la propia actividad sexual.

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