Destrózame la cintura a lomos de tu montura
Resquiébrame la espalda, a beso limpio
Ráptame y no me sueltes nunca,
así amordaces todos mis silencios

Lléname de ti, rellena cada poro
con la insistencia de tu Lengua

Voltéame la soledad, quiébrala en tus dedos,
esos que ocupan, ahora, todos mis espacios
Dame cobijo de hambre en el hueco de tus brazos
que quiero desprenderme de mí, hoy, en ellos

Virtudes Montoro


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