Seducir es un arte que requiere práctica, paciencia, habilidad y optimismo.

Es como tener una piedra preciosa dentro de nuestro interior que necesita ser pulida para que brille. Todos podemos aprender el arte de seducir; lo que ocurre es que, debido a nuestro desarrollo personal y trayectoria de vida, no siempre sabemos cómo atraer a la persona que nos gusta.

Seducir es una habilidad que requiere practicar primero con nosotros mismos y luego con los demás. Los principales obstáculos que afectan las habilidades para seducir son la timidez, el miedo, la vergüenza, los pensamientos negativos y la apatía a la hora de ligar. Esto suele aprenderse cuando somos pequeños y acompañarnos toda la vida… a no ser que cambiemos de actitud.

Pero ¿cómo podemos vencer los obstáculos?

Pues atreviéndonos a seducir, poniendo en práctica nuestras habilidades personales con paciencia, sin dejarnos llevar por los miedos: los no puedo, los no debo, los soy incapaz de…

Para seducir necesitas conocerte y quererte. Es esencial que estemos en armonía con nuestro ser interno: querernos mucho, mimarnos, sonreír con optimismo, ser positivos desde nuestra esencia y cuidarnos integralmente. También es importante estar abiertos a nuevas experiencias, nuevas posibilidades dentro y fuera de nuestro entorno social.

¡Vence la timidez y atrévete a conocer personas que te resulten interesantes!. Hay que ser optimistas y alegres: la sonrisa y la alegría por delante. No podemos dejar que el pesimismo, la timidez, la vergüenza y la tristeza nos invadan al momento de ligar. Sonríete, y sonríe a la vida.

Las habilidades para seducir requieren práctica, paciencia y energía positiva. No siempre hay atracción simultánea y puede que no le gustes a la otra persona, por lo tanto hay que saber perder. Cuando nos ocurra esto no debemos perder la esperanza, ni la motivación. Hay que levantarse y seguir adelante porque siempre hay alguien en el camino que puede sentir atracción por ti. ¡No pierdas esa oportunidad por quedarte anclado en el pasado!.

El arte de la seducción. ¿Cómo vencer obstáculos?

Estas son algunas reglas de oro en el arte de la seducción:

    • Cree en ti: aprecia tu esencia como ser humano, acepta que tienes cualidades positivas y que los demás pueden conocerlas, sedúcete a ti misma y confía en tus posibilidades.
    • Rompe con la timidez: para dejar de ser tímido es necesario atreverte a buscar nuevas oportunidades de amistad y amor. Requiere que dejes el rollo pesimista a un lado, necesitas conocer gente en cualquier sitio, disposición a dialogar sin pensar en nada de relaciones intensas, sólo dejarte fluir por la conversación hasta que surja espontáneamente la idea de seguir el contacto. Requiere también que seas paciente, positivo y muy optimista porque como bien sabes a veces las cosas no salen como uno quiere y hay que seguir intentándolo más veces hasta que alguien nos corresponda.
    • Relájate: cuando estamos muy cerca de la persona que nos gusta, solemos estar ansiosos, respiramos muy rápido, sudamos, nos palpita el corazón, etc. Como consecuencia precipitamos acciones, restando eficacia a nuestros comportamientos. Por lo tanto es importante relajarnos ante las situaciones que consideramos que nos producen ansiedad como puede ser “seducir”. Es recomendable que aprendas a relajarte con técnicas rápidas y eficaces como la respiración profunda, la contracción y relajación de los músculos del cuerpo, las visualizaciones, etc. Puedes asistir a talleres de seducción que te ayuden a controlar la ansiedad cuando estés en situaciones de tensión.
    • Seducir con el cuerpo y con la palabras: todos comunicamos. Siempre lo estamos haciendo, con una palabra, un gesto, un sonido, en una conversación, etc. Comunicar es fluir con otras personas, es ser auténtico.
    • El cuerpo habla. Todo nuestros movimientos corporales y posturas comunican. Para seducir hay que tener una buena disposición, seguridad en uno mism@, estar preparado para utilizar el cuerpo y los cinco sentidos: La vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto.
    • Posturas seductoras: es importante que adoptemos posturas corporales relajadas. Imaginemos que somos un árbol fuerte y hermoso enraizado en la tierra. Seducir con el cuerpo es fundamental para ello necesitamos: Que sonrías siempre que puedas, mirar sin miedo y con coquetería, hombros y espalda hacia atrás, brazos y manos relajados, etc. Debemos evitar avergonzarnos de nuestro cuerpo. Aprende a valorarlo tal y como es.
El arte de la seducción. ¿Cómo vencer obstáculos?
    • Los cinco sentidos: a través de los sentidos podemos conocer a otras personas. ¡Utilízalos como armas de seducción!. Por ejemplo: ponernos una fragancia agradable en el cuerpo, colocar una música suave y deleitar a los oídos, preparar un pastel de fresas y saborearlos juntos, etc.
    • ¿Cómo utilizar las palabras? Las palabras expresan cómo estamos y cómo nos sentimos. Son fundamentales para empezar a relacionarnos con otras personas. Debemos ser auténticos a la hora de seducir con las palabras. Utiliza palabras convincentes, positivas y atractivas.
    • Romper el hielo: mantén el contacto visual, sonríe y empieza hablar poco a poco sobre temas generales, no olvides preguntar su nombre y datos de contacto. Lo que no se deber hacer es un interrogatorio o permanecer callado todo el tiempo, sin apenas pronunciar palabra. Una vez que has empezado a conversar, sigue mirando a la persona con coquetería: empieza a darte cuenta de que cosas puedes compartir con ella (cualidades, pasatiempos). Por ejemplo: Deporte, cocina, música, cine, artistas, etc. Debemos evitar expresar ideas negativas que bajen nuestra autoestima y la de los demás.
    • Piropos: Es importante saber decir un piropo en el momento justo y de sorpresa. Por ejemplo: tu hablar es muy dulce…, tu perfume me gusta…Cultívalos primero contigo mismo y luego con los demás. Evita los piropos falsos, exagerados y ofensivos.
    • Ponte en sus zapatos: muestra interés en lo que la otra persona siente (emociones) cuando conversa contigo. Trata de ponerte en su lugar, en su situación y házselo saber con las palabras, por ejemplo: creo entender cómo te sientes…, me siento a gusto cuando…,etc. También puedes acompañarlo con el cuerpo: mirar a los ojos, mover la cabeza afirmativamente, ofrecerle un abrazo, tomarle la mano, etc. Lo que no se debe hacer es despreciar los sentimientos de la otra persona, criticarla negativamente y enjuiciarla.

Cada uno de nosotros tenemos una forma natural y propia de seducir. Podemos dejar de ser tímidos, aprender a comunicarnos con el lenguaje verbal y corporal, desarrollar mayor autoestima, relajarnos, romper con la vergüenza, aprender a decir piropos y despertar la creatividad que llevamos dentro.


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