Asimilando lo nuevo

La rapidez del tiempo en que vivimos no sólo puede verse en la velocidad de los autos o de la gente que camina enajenada para llegar a tiempo a la oficina.

Vivimos en la era del cambio, una época donde constantemente estamos aprendiendo nuevas maneras de asimilar lo nuevo, que es constante. En pocos años aprendimos todo sobre informática e Internet y hoy en día la comunicación no tiene fronteras.

A través de Internet el mundo se ha virtualizado y con él las relaciones humanas. Los valores, los afectos, los amores se desvirtúan.

Obviamente que no todo es así, pero irremediablemente pareciera que vamos hacia un tipo de relaciones humanas menos comprometidas y que de algún modo vienen arrastrando esta liviandad con la facilidad del divorcio. Los vínculos fugaces son cada vez más frecuentes y por lo tanto el sexo también pasó a perder su sentido de responsabilidad.

Sexo esporádico: los vínculos fugaces son cada vez más frecuentes

Al no haber un conocimiento previo de la pareja, el acto sexual se reduce a un goce corporal casi técnico y eficaz, dejando de lado a la persona que lo brinda.

Una relación de estas características pone, ya no solamente a la mujer, a ambos miembros de la pareja en una condición de objeto sexual y está demostrado que en definitiva ninguno de los dos goza plenamente sino que sienten una gran carencia al finalizar el acto en sí.

El Sida también cumple un rol en este tipo de relaciones, si se quiere, a modo de advertencia, pero en adelante sería bueno no esperar a que una enfermedad nos abra los ojos por miedo al contagio.

Las relaciones, tanto amorosas como sexuales, deberían funcionar de otra manera, basadas en el afecto, la comprensión, el conocimiento, y el consentimiento mutuo.


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