“La mujer ahora es liberada de la servidumbre impuesta por su naturaleza femenina… ya no es presa de fuerzas abrumadoras; ella es ella misma, ella y su cuerpo son uno. Se dice a veces que las mujeres de cierta edad constituyen “un tercer sexo”.”

Simone de Beauvoir

Es posible tener una vida sexual plena a cualquier edad. En algunas épocas o circunstancias es necesario trabajar más para obtener satisfacción de la experiencia sexual.

En la menopausia y después de ella, además de los posibles cambios físicos que se pueden dar en una mujer y ante los cuales se llegan a considerar diversos abordajes médicos, es indispensable revisar y desarrollar otras áreas que favorezcan el manejo integral de esa mujer.

En la madurez y la vejez se van dando paulatinos cambios que llevan a una lentificación de la respuesta sexual y a la necesidad de acomodación personal y de pareja. Si se ha transitado positivamente, habrá un aprendizaje de vida que permita disfrutar muchas cosas en una dimensión de lo sencillo y descomplicado, dando como resultado que los cambios de la edad pueden significar que se abren otras facetas para explorar.

Si no se conserva en la menopausia la expresión sexual, puede ser muy difícil recuperarla más tarde.

En este artículo desarrollaremos temas como la importancia de hablar acerca del sexo con su pareja y con su médico; situación complicada para muchas mujeres que crecieron en una época en la que éste era un tema tabú y el silencio era la norma.

Temas prácticos de gran interés como la conexión entre el sexo, el ejercicio y la imagen corporal, son de máxima relevancia cuando el cuerpo está cambiando y posiblemente alejándose de los patrones estéticos considerados de éxito.

Algunas investigaciones han mostrado que cuando se tienen rutinas de cuidado físico y ejercicio, la salud sexual presenta mejores posibilidades. La dieta y el sexo nos muestran una relación entre problemas con el colesterol alto y dificultades con la lubricación. Veremos qué nos dicen los trabajos de terapia de sustitución hormonal en los cuales se añade la testosterona para favorecer el deseo sexual y qué pasa con la histerectomía y la sexualidad.

Revisaremos la sexualidad de la mujer y su alternativa de la masturbación y, al abordar a la mujer mayor con pareja aparecen varios aspectos de interés: cómo aprender a ser pareja mayor, la importancia de sacar tiempo para el afecto, cómo enriquecer la sexualidad en la pareja de largo tiempo y cómo vencer obstáculos a una sexualidad satisfactoria.

Terminaremos recogiendo los mitos y falsas concepciones que se dan frente a la sexualidad de la mujer menopáusica para analizarlos con el fin de estimular una actitud positiva frente a la sexualidad femenina y en especial de la mujer mayor.

Hablar de sexo

Los psicólogos y terapeutas de pareja han sabido siempre lo importante que resulta hablar de sexo. Es necesario aprender a hacerlo de forma clara y positiva. Un significativo número de parejas encuentran difícil expresar sus sentimientos acerca del sexo, convirtiéndose los problemas en la comunicación en una de las causas primarias de las disfunciones sexuales.

Muchas mujeres se quejan de que sus maridos no las escuchan y muchos hombres se quejan de que sus esposas no los entienden. La comunicación acerca de la vida sexual es esencial para continuar disfrutando el placer sexual, especialmente en las relaciones de largo tiempo.

Desafortunadamente, las parejas desarrollan severos bloqueos para la comunicación efectiva. Muchas mujeres guardan con resentimiento momentos del pasado, en los que intentaron hablar o hacer algo sexual y no fueron exitosos, y los dejan convertirse en serias interferencias para su expresión.

Se pueden considerar algunas alternativas para mejorar la comunicación: hablar o escribir sobre la visión de cada uno acerca de una profunda y satisfactoria relación sexual, detallar lo que les provee placer sexual, desarrollar planes, acordar lugares o momentos para la actividad sexual.

Aprender a escuchar realmente a la otra persona, entender que hay ocasiones en que la única labor ha de ser escuchar a la pareja y tratar de comprender sus experiencias y sentimientos, darle toda la atención preguntando sólo para clarificar.

Muchos de los problemas que las personas mayores pueden tener y que interfieren o sienten que interfieren con su sexualidad pueden ser tratados si ellas consultan. Por otro lado, numerosos problemas podrían ser prevenidos si los especialistas se tomaran el tiempo para preguntarles o para explicarles no sólo sobre los cambios en el área de su sexualidad con el paso de los años, sino también sobre los posibles efectos de las cirugías y el uso de medicamentos y acerca de las formas de mejoramiento de su sexualidad.

Hoy la sexualidad de las personas mayores ha llegado a ser aceptada por la mayoría como un hecho de la vida. Sin embargo, la queja común en estas personas es sobre la dificultad para conseguir información acerca de la sexualidad en la madurez de la vida.

Muchos buscan como conservar una relación de largo tiempo en forma satisfactoria o como desarrollar una nueva. Si su médico le abriera la puerta a esta temática seguramente estarían gustosos y podrían buscarse respuestas a sus numerosas inquietudes.

Imagen corporal y madurez

Los cambios físicos que se experimentan con la edad, en sí mismos, no interfieren con la habilidad de una persona para disfrutar el sexo, pero pueden acarrear molestias, en especial la apariencia externa que se puede convertir en una interferencia de gran peso. Estas reacciones son más comunes entre mujeres.

Si una persona tiene una fuerte autoestima, que viene de su interior, no se encontrará tan perturbada por los cambios o por los patrones estéticos. A pesar de esto, una mujer puede sentirse molesta al exponer su cuerpo a una pareja nueva o al temer la reacción de su pareja habitual. Eso la puede llevar a buscar apagar la luz o limitarse a actividades donde no se pongan en evidencia las formas de su cuerpo.

Sexualidad femenina en el climaterio
Sexualidad femenina en el climaterio

¿Qué puede una mujer hacer para sentirse mejor con su cuerpo?

Podría focalizarse en el placer que su cuerpo puede dar para ella misma y para su pareja. El placer sensual es lo que importa y una pareja puede ser inventiva para extraer y ensayar lo que favorezca encontrarlo o incrementarlo. La masturbación es otra manera que la mujer puede aprender para desarrollar el placer sensual y sexual, y en el proceso, sentirse más positiva acerca de su cuerpo.

Ellas estarán muy sensibles acerca de las críticas sobre las imperfecciones de su cuerpo, si cuentan con una pareja que es persistentemente crítica, sus dificultades pueden ser mayores.

Aprender a aceptar su cuerpo, no significa que una persona no haga positivos cambios y se esfuerce para mantenerlo en buena forma.

Para disfrutar el sexo, es muy importante desarrollar un saludable sentido de su propia sexualidad. Sus actitudes, emociones y deseos influyen en su yo sexual y en cómo lo percibe su pareja. Las parejas deben trabajar para mantener un saludable sentido de su propia sexualidad y, una de las mejores maneras para lograrlo es el ejercicio.

Ejercicio

Los beneficios fisiológicos y psicológicos del ejercicio están bien documentados. Afecta tanto su cuerpo como su mente. Es claro que puede contribuir a una larga expectativa de vida, a bajar la presión sanguínea y el riesgo de enfermedad cardíaca, ayudar a la pérdida de peso y mejorar la estamina, éstos son algunos de los beneficios de una buena rutina de ejercicios.

En lo psicológico favorece una perspectiva positiva, incrementa la autoestima, ayuda a reducir los niveles de estrés y a incrementar la positividad.

En los últimos años, varios estudios han explorado la conexión entre ejercicio y ejecución sexual. Naturalmente, para estar más disponible sexualmente, contribuye estar en mejor forma física. Si alguien está en buen estado físico tiene más resistencia sexual, y en consecuencia probablemente más sexo, que alguien que no lo está.

La fatiga es uno de los síntomas de estamina disminuida y, la fatiga es una de las causas para el desinterés sexual. Cuando uno de la pareja está cansado, la oportunidad para el placer sexual y la actividad decrece dramáticamente.

Hay tres componentes claves para mejorar la estamina: resistencia aeróbica, aptitud muscular y relajación neuromuscular. La resistencia aeróbica es mejorada a través de una variedad de ejercicios cardiovasculares como ciclismo, trote, natación y otros. Los ejercicios de resistencia de pesas para construir aptitud muscular se encuentran en los gimnasios. Los ejercicios de relajación muscular incluyen yoga y ejercicios aeróbicos que están diseñados para relajar el cuerpo y la mente.

Los resultados de una investigación sobre los efectos de un programa de ejercicios en hombres mayores, durante 9 meses, mostró que el ejercicio no solo es bueno para la salud sino también para la vida sexual. Estos hombres reportaron que tenían más relaciones sexuales, tenían más orgasmos y se ajustaban a más actos de intimidad física. Es necesario realizar estudios en la conexión sexo y ejercicio físico en mujeres.

Ejercicios para fortalecer los músculos sexuales

Los ejercicios llamados de Kegel pueden ser especialmente importantes para los hombres y mujeres mayores para prevenir la pérdida de tono muscular pélvico que puede incrementarse con la edad.

La mujer puede notar que los músculos alrededor de su vagina tienen menos tono, esto puede darles a ella y su pareja menos fricción y consecuentemente menos intensidad durante el coito.

Estos ejercicios de contracción y relajación del músculo pubococcígeo, realizados con las piernas abiertas y unas 50 veces al día (no gasta más de 4-5 minutos), pueden tener efectos al mejorar el tono vaginal y conseguir el clímax más fácilmente con orgasmos más intensos. La fuerza de estos músculos puede ser importante si la erección de la pareja no es tan firme, como suele ocurrir en estas edades, para ayudarlo a afianzarla.

Muchas mujeres al realizar los ejercicios incrementan su deseo sexual al hacerlas más conscientes de sus sensaciones sexuales.

Dieta y sexo

Hay reportes de estudios que muestran que altos niveles de grasa pueden tener indeseables consecuencias sexuales. Así como la grasa en el torrente sanguíneo puede construir bloqueos en las arterias del corazón, así puede construirlos en las arterias del pene, interfiriendo con la sangre circulante y un hombre tener dificultad para conseguir la erección.

Las mujeres también pueden tener problemas con el colesterol, que bloquea el área vaginal y, en consecuencia sufrir de reducida lubricación.

La testosterona y la terapia de restitución hormonal

La TRH puede significar estrógeno, estrógeno y progesterona y paulatinamente una tercera hormona la testosterona. Esta hormona tiene un importante papel en la libido, usualmente, ha tenido un cuidado médico en mujeres, sólo cuando los niveles son demasiado altos por los posibles efectos cosméticos o de masculinización que éstos pueden producir.

Recientemente, se ha aumentado la atención sobre los efectos de la baja testosterona. Estos niveles declinan dramáticamente en mujeres jóvenes cuyos ovarios han sido removidos quirúrgicamente. Para las otras mujeres, la testosterona generalmente comienza a bajar alrededor de la época de la menopausia, aunque no es tan marcada como el estrógeno y la progesterona.

Sin embargo, la caída en testosterona disponible tiene como propósito un balance de las dos hormonas -testosterona para incrementar el deseo y el estrógeno para prevenir la sequedad vaginal y reducir el dolor al coito. Las dos preparaciones han sido aprobadas por la FDA.

Si se está considerando el uso de la testosterona, recuerde lo siguiente: Los efectos atribuidos a la testosterona fueron demostrados solamente en mujeres con niveles muy abajo de lo normal. Los suplementos de testosterona no producen incremento en la libido en mujeres postmenopáusicas con niveles normales de testosterona.

Cada persona tiene una especial sensibilidad a la testosterona. Así que puede llevarse su tiempo experimentando con bajas dosis hasta lograr el efecto deseado. Algunas mujeres sienten rabia o depresión cuando los niveles están demasiado altos. Excesivas dosis pueden causar acné, hirsutismo, aumento de peso.

La testosterona puede también ser usada para incrementar la sensibilidad del clítoris cuando ésta ha bajado o se ha apagado. Se consigue una crema tópica para este propósito.


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