Es importante saber cómo somos y aceptarnos a nosotros mismos para poder disfrutar de nuestras relaciones y de nuestra erótica.

Para ello, nada mejor que vivirla de una forma coherente: expresar lo que queramos, cuando y con quien nos apetezca ¡y esto no es fácil a veces!

En ocasiones nos confundimos y tenemos la sensación de que no lo hemos pasado bien, aunque hayamos hecho exactamente lo mismo que otras, y efectivamente lo importante aquí no es las cosas que hagamos, sino cómo lo estemos viviendo.

relacion-sexual Por eso, lo que a unos les resulta placentero, a otros les aburre o les disgusta y lo que un día podemos disfrutar a lo mejor no lo hacemos en otro momento.

La erótica, ¡eso sí!, tiene infinitas posibilidades, y cuando hablamos de relaciones, todas valen, siempre que no haya nadie en desacuerdo, unas cosas pueden parecer más raras o menos frecuentes y muchas de las prácticas que nos pueden gustar no saldrán en las películas, pero aquí solo hay una regla:

“Las relaciones están para disfrutarlas”

  • Tanto si se tiene pareja como si no, las relaciones eróticas son igual de válidas.
  • Tanto si se realiza el coito como si no, las relaciones eróticas son igual de completas.
  • Tanto si se tienen orgasmos como si no, las relaciones eróticas pueden ser placenteras.

Para disfrutar con lo que hacemos no hay trucos ni recetas, como decíamos, cada persona es única ¡Y aquí se nota! ¡Es imposible que a todas nos gusten las mismas cosas! Por lo tanto, más que seguir indicaciones, es importante buscar nuestro camino, pues cada persona tiene uno distinto, y podremos pedir ayuda cuando nos surjan dudas, ¡cómo no!, nadie va a “resolver” el tema por nosotros.

Por si acaso, ahí van unas claves para plantearnos:

1.- Con miedos no se disfruta igual

¡Claro que no! Cuando nos metemos con alguien “en la cama” ¡Hay que estar al 100%! ¡Y no vale estar pensando en otra cosa! Para pasarlo bien no se nos puede cruzar por la mente el miedo al embarazo, a contraer una infección… por eso, hay cosas que es mejor pensarlas y hablarlas antes, para tener previsto qué método vamos a utilizar… ¡Y dedicarnos a disfrutarpasión

2.-La otra persona no siempre sabe lo que nos gusta

¡O al revés! A veces nos encantaría “quedar siempre bien” y que el/la otro pudiera decir “¿Qué bien me lo he pasado!”

Pero por suerte ¡Si, por suerte! En una relación se trata de algo más que de interpretar un papel o tocar lo genitales de una determinada manera, y una vez más, si cada uno de nosotros somos únicos ¡Los otros también! Por eso las relaciones siempre tienen que estar abiertas a lo que el otro nos quiera decir, y al revés, tenemos que hacer ver a nuestra pareja lo que nos va gustando y lo que no, al fin y el cabo se trata de pasarlo bien no de obtener un “sobresaliente”, por eso no importa la “experiencia”pues la primera vez con cada nuevo compañero es como la primera de todas las primeras veces, y no por eso va a ser menos placentera.

Tener una relación no es como ir a un examen donde tenemos que ” aprobar”, se trata de mostrarnos como somos, respetando los deseos del otro pero también expresando los nuestros.

3.- Se puede disfrutar sin penetración

¿¡Pero no hemos dicho que todas las relaciones son completas?! Y el coito, la penetración, es una más, pero ni la única, ni la mejor, ni la más importante. Cada uno disfrutará a su manera, y no todo el mundo prefiere el coito.

La penetración es una opción pero no tiene por qué eliminar todo lo demás, y mucho menos convertirse en lo que definirá que una relación haya salido bien o mal. Tenemos muchas opciones y maneras de disfrutar.

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