El ano es una entrada estrecha, es un esfínter muscular y tiende a ofrecer resistencia, que está acostumbrado a la expulsión y no introducción, por lo que la persona debe de estar completamente relajada y segura de lo que hace. No es nada recomendable, como en cualquier otro tipo de relación sexual, el lanzarse al sexo anal sin que tu cuerpo y tu mente lo deseen. Esto es realmente lo único desaconsejable en cuanto a lanzarse a los placeres del sexo anal.

El primer consejo viene de antiguo, conócete a ti mismo: Esto es aconsejable incluso si no estás ya lanzado a muerte a por tu primera experiencia anal. Toca tu esfínter anal en solitario, lubricalo, siente lo sensible que es al tacto, introduce un dedo, explora y aprende cómo reacciona tu cuerpo. Muchos hombres eyaculan la primera vez que se meten un dedo por el culo. Tal cual, simplemente de puro placer por la sensación intensa que viene de una zona privilegiada en terminaciones nerviosas.

Así que empezando por tus propios dedos, puedes pasar a utilizar algún dildo. Si no quieres andar directamente con un consolador o vibrador por casa (las opciones profesionales son las mejores), recuerda que hay posibilidades naturales de innumerables tamaños en las fruterías para ir poco a poco, no necesito explicar más (bueno, y lo de siempre, en este último caso, lavar, poner un preservativo, lubricar y emplear, fácil).

Técnicas, ¿Que hacer en la primera vez anal?

Consejo de higiene

El recto acostumbra a estar vacío y sólo se llena cuando toca ir al baño. Así que por lo general no es necesario ir más allá de la higiene externa. Pero cada persona tiene una fisiología distinta e incluso una aprensión distinta, así que debes saber que puedes hacer más cosas: enemas, lavados o lavativas. Los enemas se pueden realizar directamente con agua, aunque hay una diversidad de sustancias utilizables (en medicina natural es frecuente el café, como lo oyes) o puedes recurrir a preparados comerciales. Lo ideal es aplicar lo que sea a temperatura corporal, alrededor de 35%, pero con que esté templado basta. Para que no haya dudas, introduces agua por el ano y luego lo expulsas, repites hasta que el agua salga limpia. Una forma fácil y casera es retirar el cabezal de la ducha, regular la temperatura del agua y usando el tubo flexible apuntar directamente al ano, regulando la presión el agua entrará directamente (no recomiendo ir más adentro).

Una curiosidad sobre el recto

Es un lugar de absorción de líquidos (de ahí el supositorio), por lo que podemos ingerir cualquier líquido por ahí de forma más rápida que a través del esófago. De hecho la manera más rápida de emborracharse es… ya os lo imagináis, no? (tampoco recomiendo esta práctica, al menos no de forma habitual, sobre todo porque lo que no hay todavía por allí es papilas gustativas, y te pierdes parte de la experiencia).

Llegados a este punto estaremos bien limpios, bastante relajados, y bien lubricados. Lo de siempre, mirar la compatibilidad entre lubricante y preservativo. Mi recomendación es comprar un buen lubricante anal y dejarse de tonterías, notaréis la diferencia.

Así que sólo queda ir a por ello. Ah sí, necesitas un compañero o una compañera bien armada con un buen arnés y bien dispuesto/a. A estas alturas deberías estar deseando, pero de nuevo la recomendación es ir paso a paso. Si estás nervioso/a, puedes verte tentado por el uso de anestésicos de superficie, como la lidocaína o benzocaína en jalea. Lo desaconsejo completamente por varios motivos:

  • Fijan la idea de que el sexo anal es doloroso, lo cual es un mito y una falacia, igual de doloroso es no respetar tu cuerpo al hacer ejercicio, masticar o respirar
  • Enmascaran las sensaciones placenteras de ambos, que es el motivo para tener sexo anal!
  • Lo que es peor, pueden enmascarar que estás yendo más deprisa de lo que tu esfínter se puede permitir, y pagarlo con molestias después

Una secuencia fácil y típica es: Lubrica un dedo, estimula la zona anal, acariciándola hasta que consigas una cierta excitación y relajación. También puedes utilizar la lengua para la excitación. Esto tiende a resultar muy satisfactorio. No intentes penetrar con el dedo a la primera, frotad un poco con la yema hasta que notes que la entrada se dilata y deja de mostrar resistencia. Vuelve a lubricar tu dedo e introdúcelo poco a poco.

Adriano y Antínoo, obra de Édouard-Henri Avril
Adriano y Antínoo, obra de Édouard-Henri Avril

Continúa estimulando a tu pareja con besos, pellizcando sus pezones o tocando sus genitales. Con movimientos rítmicos mételo y sácalo varias veces, con la velocidad y fuerza que vaya solicitando tu pareja. Cuando el ano se haya acostumbrado a está actividad pasa a introducir dos dedos y repite el proceso.
Ahora introduciremos poco a poco el pene, no sin antes lubricar bien la zona, para ello nos colocaremos de costado detrás de la pareja, el cual tiene que replegar las rodillas. Introduciremos un poco el pene o incluso sólo lo colocaremos en la entrada del ano dejando que sea nuestra pareja la que poco a poco vaya empujando hasta hacerse con el pene dentro, luego esperar un poco hasta que el ano se acostumbre de tamaño. A medida que aumenta la excitación y relajación, aumenta la introducción del pene hasta que resulte completa. A partir de ahí lo normal es dejarse llevar y disfrutar.
Una vez que dominéis el coito anal de costado podéis pasar a experimentar con las posturas buscando nuevas sensaciones, tumbado en la cama o el que penetra de pie en el suelo. Más adelante podéis pasar a hacerlo a 4 patas.


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