El árbol, el tallo y el bambú

La naturaleza ha inspirado siempre al hombre en esto de las prácticas amatorias. Primero por el mero hecho de contemplar allá en la caverna cómo las primeras mascotas humanas mataban el aburrimiento lamiendo a diestro y siniestro y practicando el perrito de rato en rato. Pero la naturaleza animal no da para mucho más y queda totalmente superada cuando hace aparición la imaginación del homo sapiens sapiens, que digo yo que es mucho saber y poca chicha… en muchos casos en la cama uno hubiera preferido un poco más de mezcla y que todos fuéramos más bien homos sapiens erectus, y alguno que yo me conozco directamente homo erectus erectus, que más vale que sobre…

Pero para no alejarnos del tema, la cuestión aquí es cómo la contemplación de la naturaleza vegetal ha inspirado una de las más cómodas y funcionales posturas para realizar el coito anal que pueda el hombre inventar. En realidad hablamos de tres variantes, las posturas del árbol, tallo y bambú, que vienen a ser más o menos la misma, pero que varían en función del uso que hagamos de la pierna de nuestro compañero pasivo.

Para otro día dejamos la cuestión de por qué las partes rígidas del reino vegetal le provocaban tales ardores a nuestros antecesores. Para muestra un botón… o un botonazo

Kamasutra Gay: Posturas vegetales

El árbol

En la posición del árbol el receptivo se encuentra de espaldas y dobla sus piernas hacia el vientre, mientras que su compañero se sitúa de rodillas para penetrarle. Para hacer el árbol el pasivo apoya uno de los pies contra el plexo solar de su compañero, y la otra pierna detrás del hombro de la pareja.

Sujetando la pierna que le queda delante, el activo podrá mantener bien unido a su compañero mientras realiza la penetración evitando que éste se aleje demasiado y manteniendo una profunda inserción en todo momento. Y sobre todo para evitar que caiga de la cama si por comodidad éste último ha situado la cabeza en el borde de la misma para así descansar el cuello.

El árbol

El bambú

En la variante del bambú, la pierna apoyada en el plexo solar del compañero pasa a ubicarse sobre su hombro, y la otra pierna puede descender, de forma que el activo pasa a estar más inclinado sobre su compañero y éste seguramente tenderá a elevar la cadera con los empujes que recibe. Alternar la pierna que se alza con la que descansa es muy recomendable para un adecuado confort, así como si se desea, colocar una almohada bajo los riñones para mejorar el ángulo de inserción.

El bambú

El tallo

Finalmente la posición del tallo es una combinación intermedia de las dos anteriores, donde de nuevo el activo vuelve a una posición en ángulo de unos 90º respecto a su compañero. En caso de querer darle un pequeño toque de control se puede sujetar al pasivo por las muñecas al tiempo, de forma que todo el dominio de la situación queda en sus manos, decidiendo en todo momento fuerza, intensidad y profundidad de penetración.

El tallo

En las tres posturas descritas se mantiene el contacto visual en todo momento, así como la accesibilidad por parte de ambos al pene del penetrado, lo que como os podéis fácilmente imaginar ofrece multitud de placenteras posibilidades de estimulación para quien se encuentra tumbado.


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